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Palabras de Ana López, Directora de la Escuela N°78 y Jorge Céspedes, Director de Cultura de la Intendencia
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Ana López
“Evocar a José Artigas, fundador de la nacionalidad oriental, es pulsar la cuerda más sensible del alma uruguaya. Artigas nació un 19 de junio de 1764, en una familia acomodada tenía todo, tierra, dinero, esclavos que lo servían, familia que lo amaba. Para la mayoría sería una vida perfecta y es por lo que muchos luchan toda su vida, simplemente por el éxito personal, pero para Artigas su felicidad y tenerlo todo no le fue suficiente. Evidentemente le era díficil disfrutar de todo lo que la vida le había dado, sabiendo que había gente que no era nadie. Por eso intento con aciertos y errores vivir como pensaba, hizo lo que se tiene que hacer cuando no estamos de acuerdo con la realidad que vivimos, se juntó con gente que pensaba como él, se organizó y luchó y lo hizo junto a esos “nadies” que hicieron historia y fueron esos “nadies” no solo de nuestra tierra, sino de parte del continente sudamericano a quienes dió lo que nunca había dado, un pedazo de tierra, derechos y obligaciones. No hizo distinción de raza, credo, adecuaba sus palabras a la comprensión de sus oyentes. Ingresó en su madurez al cuerpo de blandengues recién constituído, es ascendido hasta obtener el cargo de capitán. Al estallar la Revolución Emancipadora en el Río de la Plata, Artigas desertó de las filas españolas y fue a ofrecer sus servicios a la Junta constituída en Buenos Aires. En 1811 retornó a la Banda Oriental donde luego de vencer en la Batalla de Las Piedras, puso sitio en Montevideo. Al ser levantado este sitio por las autoridades porteñas, Artigas que ya había sido proclamado Primer Jefe de los Orientales, protagonizó un hecho único en la Historia Universal; el éxodo. Después de una permanencia en el Ayuí, el pueblo oriental encabezado por el héroe retornó a la Banda Oriental, Artigas se unió al segundo sitio de Montevideo. En 1813 surgió una de las mas brillantes manifestaciones del pensamiento artiguista, las magníficas Instrucciones que aún hoy iluminan el pensamiento político de nuestro pueblo. Luego viene la lucha contra los porteños, el 23 de febrero de 1815 la Provincia Oriental fue libre por primera vez. Artigas desde el hervidero la gobierna y fue entonces cuando vimos surgir magníficas concreciones del pensamiento artiguista, la Escuela de la Patria, el Períodico Oriental, la Primera Biblioteca Pública, la Primera División Departamental, el Reglamento de la Campaña de 1815, la Liga Federal.
Fue la época que se conoció en la historia con el hombre de apogeo de Artigas, durante la cual sus provincias lo proclamaron protector de los pueblos libres. En esa época fue muy breve, en junio de 1816 los portugueses comenzaron la invasión del territorio oriental. Durante 4 años, hasta 1820, Artigas luchó contra el invasor no pudiendo liberar a su patria, prefirió exiliarse y se dirigió al Paraguay. Allí permaneció durante 30 años, no es menos fructífera esa época de la vida del héroe. El protector de los pueblos libres se transformó en el padre de los pobres, compartiendo con los humildes sus escasos recursos. El 23 de setiembre de 1850 muere Artigas en el Paraguay, los orientales de hoy seguimos siendo parte de sus filas de antaño, respetuosos de sus altos ideales y fervientes admiradores de su pensamiento y sobre todo de sus actos. Hoy 19 de junio de 2022 nos convoca recordar su nacimiento y su proeza, a través del tiempo muchos son los cronistas que han escrito sobre nuestro héroe, pero hoy y para finalizar hemos elegido un escritor uruguayo, Eduardo Galeano que le escribe: "1820, Paso del Boquerón: Sin volver la cabeza, usted se hunde en el exilio. Lo veo, lo estoy viendo: se desliza el Paraná con perezas de lagarto y allá se aleja flameando su poncho rotoso, al trote del caballo, y se pierde en la fronda.
Usted no dice adiós a su tierra. Ella no se lo creería. O quizás usted no sabe, todavía, que se va para siempre.
Se agrisa el paisaje. Usted se va, vencido, y su tierra se queda sin aliento.
¿Le devolverán la respiración en los hijos que le nazcan, los amantes que le lleguen? Quienes de esa tierra broten, quienes en ella entren, ¿se harán dignos de tristeza tan honda?
Su tierra. Nuestra tierra del sur. Usted le será muy necesario, don José. Cada vez que los codiciosos la lastimen y la humillen, cada vez que los tontos la crean muda o estéril, usted le hará falta. Porque Usted, don José Artigas, general de los sencillos, es la mejor palabra que ella ha dicho".
Eduardo Galeano. Muchas gracias”.
Jorge Céspedes
“Permítame saludar primero al futuro del país, los escolares y adolescentes que constituirán la sangre nueva sobre la cual se seguirá edificando la República. Ciudadanos todos de Pan de Azúcar, autoridades, señor Intendente, señor Alcalde, señores Alcaldes que nos acompañan, miembros del cuerpo legislativo departamental, autoridades militares, policiales, educativas, eclesiásticas, integrantes de las Sociedades Nativistas y periodistas que cubren este evento. Dice una de las artiguistas que “Nada podemos esperar sino es de nosotros mismos” y ese es tal vez el mejor mensaje que se puede transmitir hoy recordando un aniversario más, del natalicio del prócer. Los actos como estos y nos congratulamos de la presencia multitudinaria en este reencuentro en Pan de Azúcar, nos permite una vez más visualizar de lo más profundo de la historia el profundo legado que el héroe le ha dejado la nación, vivo ejemplo de una vida de entrega, de humildad y sacrificio que nadie ha podido superar desde aquel pasado histórico hasta el presente, y que seguramente seguirá siendo una luz en el camino para continuar avanzando más allá de los avatares propios, de los cambios de la vida y del momento histórico tan particular que nos toca vivir en el presente en el país y en el mundo. En estos momentos en tiempos de convulsión donde los avatares de una guerra internacional, castiga también la vida y la situación económica y social del país. Debemos redoblar el esfuerzo para entender que en esta sociedad de la tecnología y de la comunicación, que significan avances muy importantes, también hemos sufrido la disminución permanente de los valores que antes nos permitía identificarnos como Nación. Esa es una situación que se convierte en obstáculo y desafío para seguir construyendo entre todos, porque ese mensaje artiguista es también ese mensaje de la unidad, es el mensaje que la construcción de una Nación se hace con el sacrificio, el empuje, el codo a codo y hombro con hombro para empujar y construir el desarrollo productivo que mejore la calidad de vida de nuestros ciudadanos. Ese es también un legado artiguista, el reconocer que las oportunidades de la gestión permita llegar a modificar la situación de los más infelices, es una orden que nos viene señalada con el dedo de lo más profundo del ideario artiguista, el proteger a los más infelices y el también reconocer que así como la norma constitucional, otros de los principios enarbolados por Artigas en las Instrucciones del Año XIII que es el Estatuto que nos permite vivir entre todos en armonía, establece derechos también debemos recordar que establece obligaciones. El conjunto de una comunidad debe vivir sabiendo que únicamente en el respeto irrestricto al ejercicio de la Libertad, y el reconocer que esa Libertad tiene un límite en la Libertad de nuestro conciudadano, es también una regla que heredamos del Artiguismo. Decía Artigas en una consigna “Con libertad no ofendo ni temo” y eso es así, pero esa Libertad en toda su extensión imaginable tiene también el límite del ejercicio de la libertad de quien convive con nosotros. La defensa de la idea de República, consagrada en las Instrucciones del año XIII, se convierte hoy más que nunca en uno de los desafíos protagonicos de la ciudadania y de los hombres públicos, porque el ejercicio de los poderes del Estado con contrafrenos y formas de contralor mutuo asegura el equilibrio en el sistema de gobierno y en el ejercicio de las competencias naturales de cada poder del Estado.
La soberanía manifestada plenamente en el atributo más grande de la Nación, le otorga una vez más el reconocimiento histórico al pensamiento artiguista en una época donde nutrido de los hombres ilustrados de la Revolución Francesa, en especial del pensamiento de Montesquieu y Rousseau Artigas estableció esa consigna fundamental, al decir que “Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana”. Pero también Artigas impulsó siempre el concepto de la Democracia, que sigue siendo más allá de los defectos que pueda tener el mejor sistema de gobierno que ha conocido la humanidad y ningún otro lo ha podido sustituir. Si bien la Democracia no asegura gobiernos buenos, asegura algo mucho más importante que es cada 5 años los ciudadanos de este departamento y del país entero, puedan juzgar con Libertad, la acción pública llevada a cabo adelante por ese gobierno; y lo podrá premiar o castigar. Esa es la mayor virtud de la Democracia, la de asegurar libremente los ciudadanos puedan determinar recompensas o sanciones. El gobierno de la República y el gobierno de Maldonado tienen la legitimidad total emergida de las urnas, para llevar adelante una gestión que entre otras cosas que esta netamente guiadas por el fiel cumplimiento de esos principios artiguistas. Luchamos permanentemente desde la gestión público y por el compromiso, el señor Intendente y del equipo que tenemos el orgullo de integrar, para que las condiciones de vida de nuestros vecinos mejore, por el bienestar social, por defender las instituciones. Por llegar con un criterio de tender la mano para modificar las situaciones más injustas asumiendo el compromiso, que solo en el derrotero conjunto, de todos los actores sociales de buena fé, estará la solución a los problemas que enfrenta el país y el departamento. En ese ámbito de cuestiones, hoy aquí en esta plaza queremos, compartiendo con todos ustedes el mismo anhelo, expresar nuestro compromiso permanente con el prócer, de seguir caminando por la senda que él dejó marcada, diciendo que los principios históricos nos obligan a mantener enarbolada sus banderas y que de este viento que hoy hace mover nuestras insignias patrias, no es mas ni menos que es el viento histórico que viene a recordarnos que cada uno de nosotros tiene una función esencial que cumplir, pero que la Nación requiere de concurso de los hombres y mujeres de buena voluntad, para seguir fomentando y construyendo el progreso. En esa senda generar nos encontrará siempre, sabedores de que hay mucho por hacer, pero tenga usted la tranquilidad de que sabremos cumplir. Muchas gracias. ¡Viva la patria!.”
“Evocar a José Artigas, fundador de la nacionalidad oriental, es pulsar la cuerda más sensible del alma uruguaya. Artigas nació un 19 de junio de 1764, en una familia acomodada tenía todo, tierra, dinero, esclavos que lo servían, familia que lo amaba. Para la mayoría sería una vida perfecta y es por lo que muchos luchan toda su vida, simplemente por el éxito personal, pero para Artigas su felicidad y tenerlo todo no le fue suficiente. Evidentemente le era díficil disfrutar de todo lo que la vida le había dado, sabiendo que había gente que no era nadie. Por eso intento con aciertos y errores vivir como pensaba, hizo lo que se tiene que hacer cuando no estamos de acuerdo con la realidad que vivimos, se juntó con gente que pensaba como él, se organizó y luchó y lo hizo junto a esos “nadies” que hicieron historia y fueron esos “nadies” no solo de nuestra tierra, sino de parte del continente sudamericano a quienes dió lo que nunca había dado, un pedazo de tierra, derechos y obligaciones. No hizo distinción de raza, credo, adecuaba sus palabras a la comprensión de sus oyentes. Ingresó en su madurez al cuerpo de blandengues recién constituído, es ascendido hasta obtener el cargo de capitán. Al estallar la Revolución Emancipadora en el Río de la Plata, Artigas desertó de las filas españolas y fue a ofrecer sus servicios a la Junta constituída en Buenos Aires. En 1811 retornó a la Banda Oriental donde luego de vencer en la Batalla de Las Piedras, puso sitio en Montevideo. Al ser levantado este sitio por las autoridades porteñas, Artigas que ya había sido proclamado Primer Jefe de los Orientales, protagonizó un hecho único en la Historia Universal; el éxodo. Después de una permanencia en el Ayuí, el pueblo oriental encabezado por el héroe retornó a la Banda Oriental, Artigas se unió al segundo sitio de Montevideo. En 1813 surgió una de las mas brillantes manifestaciones del pensamiento artiguista, las magníficas Instrucciones que aún hoy iluminan el pensamiento político de nuestro pueblo. Luego viene la lucha contra los porteños, el 23 de febrero de 1815 la Provincia Oriental fue libre por primera vez. Artigas desde el hervidero la gobierna y fue entonces cuando vimos surgir magníficas concreciones del pensamiento artiguista, la Escuela de la Patria, el Períodico Oriental, la Primera Biblioteca Pública, la Primera División Departamental, el Reglamento de la Campaña de 1815, la Liga Federal.
Fue la época que se conoció en la historia con el hombre de apogeo de Artigas, durante la cual sus provincias lo proclamaron protector de los pueblos libres. En esa época fue muy breve, en junio de 1816 los portugueses comenzaron la invasión del territorio oriental. Durante 4 años, hasta 1820, Artigas luchó contra el invasor no pudiendo liberar a su patria, prefirió exiliarse y se dirigió al Paraguay. Allí permaneció durante 30 años, no es menos fructífera esa época de la vida del héroe. El protector de los pueblos libres se transformó en el padre de los pobres, compartiendo con los humildes sus escasos recursos. El 23 de setiembre de 1850 muere Artigas en el Paraguay, los orientales de hoy seguimos siendo parte de sus filas de antaño, respetuosos de sus altos ideales y fervientes admiradores de su pensamiento y sobre todo de sus actos. Hoy 19 de junio de 2022 nos convoca recordar su nacimiento y su proeza, a través del tiempo muchos son los cronistas que han escrito sobre nuestro héroe, pero hoy y para finalizar hemos elegido un escritor uruguayo, Eduardo Galeano que le escribe: "1820, Paso del Boquerón: Sin volver la cabeza, usted se hunde en el exilio. Lo veo, lo estoy viendo: se desliza el Paraná con perezas de lagarto y allá se aleja flameando su poncho rotoso, al trote del caballo, y se pierde en la fronda.
Usted no dice adiós a su tierra. Ella no se lo creería. O quizás usted no sabe, todavía, que se va para siempre.
Se agrisa el paisaje. Usted se va, vencido, y su tierra se queda sin aliento.
¿Le devolverán la respiración en los hijos que le nazcan, los amantes que le lleguen? Quienes de esa tierra broten, quienes en ella entren, ¿se harán dignos de tristeza tan honda?
Su tierra. Nuestra tierra del sur. Usted le será muy necesario, don José. Cada vez que los codiciosos la lastimen y la humillen, cada vez que los tontos la crean muda o estéril, usted le hará falta. Porque Usted, don José Artigas, general de los sencillos, es la mejor palabra que ella ha dicho".
Eduardo Galeano. Muchas gracias”.
Jorge Céspedes
“Permítame saludar primero al futuro del país, los escolares y adolescentes que constituirán la sangre nueva sobre la cual se seguirá edificando la República. Ciudadanos todos de Pan de Azúcar, autoridades, señor Intendente, señor Alcalde, señores Alcaldes que nos acompañan, miembros del cuerpo legislativo departamental, autoridades militares, policiales, educativas, eclesiásticas, integrantes de las Sociedades Nativistas y periodistas que cubren este evento. Dice una de las artiguistas que “Nada podemos esperar sino es de nosotros mismos” y ese es tal vez el mejor mensaje que se puede transmitir hoy recordando un aniversario más, del natalicio del prócer. Los actos como estos y nos congratulamos de la presencia multitudinaria en este reencuentro en Pan de Azúcar, nos permite una vez más visualizar de lo más profundo de la historia el profundo legado que el héroe le ha dejado la nación, vivo ejemplo de una vida de entrega, de humildad y sacrificio que nadie ha podido superar desde aquel pasado histórico hasta el presente, y que seguramente seguirá siendo una luz en el camino para continuar avanzando más allá de los avatares propios, de los cambios de la vida y del momento histórico tan particular que nos toca vivir en el presente en el país y en el mundo. En estos momentos en tiempos de convulsión donde los avatares de una guerra internacional, castiga también la vida y la situación económica y social del país. Debemos redoblar el esfuerzo para entender que en esta sociedad de la tecnología y de la comunicación, que significan avances muy importantes, también hemos sufrido la disminución permanente de los valores que antes nos permitía identificarnos como Nación. Esa es una situación que se convierte en obstáculo y desafío para seguir construyendo entre todos, porque ese mensaje artiguista es también ese mensaje de la unidad, es el mensaje que la construcción de una Nación se hace con el sacrificio, el empuje, el codo a codo y hombro con hombro para empujar y construir el desarrollo productivo que mejore la calidad de vida de nuestros ciudadanos. Ese es también un legado artiguista, el reconocer que las oportunidades de la gestión permita llegar a modificar la situación de los más infelices, es una orden que nos viene señalada con el dedo de lo más profundo del ideario artiguista, el proteger a los más infelices y el también reconocer que así como la norma constitucional, otros de los principios enarbolados por Artigas en las Instrucciones del Año XIII que es el Estatuto que nos permite vivir entre todos en armonía, establece derechos también debemos recordar que establece obligaciones. El conjunto de una comunidad debe vivir sabiendo que únicamente en el respeto irrestricto al ejercicio de la Libertad, y el reconocer que esa Libertad tiene un límite en la Libertad de nuestro conciudadano, es también una regla que heredamos del Artiguismo. Decía Artigas en una consigna “Con libertad no ofendo ni temo” y eso es así, pero esa Libertad en toda su extensión imaginable tiene también el límite del ejercicio de la libertad de quien convive con nosotros. La defensa de la idea de República, consagrada en las Instrucciones del año XIII, se convierte hoy más que nunca en uno de los desafíos protagonicos de la ciudadania y de los hombres públicos, porque el ejercicio de los poderes del Estado con contrafrenos y formas de contralor mutuo asegura el equilibrio en el sistema de gobierno y en el ejercicio de las competencias naturales de cada poder del Estado.
La soberanía manifestada plenamente en el atributo más grande de la Nación, le otorga una vez más el reconocimiento histórico al pensamiento artiguista en una época donde nutrido de los hombres ilustrados de la Revolución Francesa, en especial del pensamiento de Montesquieu y Rousseau Artigas estableció esa consigna fundamental, al decir que “Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana”. Pero también Artigas impulsó siempre el concepto de la Democracia, que sigue siendo más allá de los defectos que pueda tener el mejor sistema de gobierno que ha conocido la humanidad y ningún otro lo ha podido sustituir. Si bien la Democracia no asegura gobiernos buenos, asegura algo mucho más importante que es cada 5 años los ciudadanos de este departamento y del país entero, puedan juzgar con Libertad, la acción pública llevada a cabo adelante por ese gobierno; y lo podrá premiar o castigar. Esa es la mayor virtud de la Democracia, la de asegurar libremente los ciudadanos puedan determinar recompensas o sanciones. El gobierno de la República y el gobierno de Maldonado tienen la legitimidad total emergida de las urnas, para llevar adelante una gestión que entre otras cosas que esta netamente guiadas por el fiel cumplimiento de esos principios artiguistas. Luchamos permanentemente desde la gestión público y por el compromiso, el señor Intendente y del equipo que tenemos el orgullo de integrar, para que las condiciones de vida de nuestros vecinos mejore, por el bienestar social, por defender las instituciones. Por llegar con un criterio de tender la mano para modificar las situaciones más injustas asumiendo el compromiso, que solo en el derrotero conjunto, de todos los actores sociales de buena fé, estará la solución a los problemas que enfrenta el país y el departamento. En ese ámbito de cuestiones, hoy aquí en esta plaza queremos, compartiendo con todos ustedes el mismo anhelo, expresar nuestro compromiso permanente con el prócer, de seguir caminando por la senda que él dejó marcada, diciendo que los principios históricos nos obligan a mantener enarbolada sus banderas y que de este viento que hoy hace mover nuestras insignias patrias, no es mas ni menos que es el viento histórico que viene a recordarnos que cada uno de nosotros tiene una función esencial que cumplir, pero que la Nación requiere de concurso de los hombres y mujeres de buena voluntad, para seguir fomentando y construyendo el progreso. En esa senda generar nos encontrará siempre, sabedores de que hay mucho por hacer, pero tenga usted la tranquilidad de que sabremos cumplir. Muchas gracias. ¡Viva la patria!.”
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