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En esta oportunidad, nos introducimos en los inicios del periodista Julio C. Báez, nos narra su historia deportiva hasta estos días.
Z: ¿Cómo te iniciaste en el relato?
J: Relatar, yo creo que fue desde que tengo uso de razón, pegado a mi casa hay un campo que en aquella época no había tanta chirca como hoy, ahí cruzaba con la pelota, corría detrás de ella y decía lo que le sentía a los relatores que mi padre escuchaba en aquellas radios enormes. Luego cuando era un poco más grande, me daba vergüenza que la gente me escuchara inventar partidos, por lo tanto me escondía un poco.
Cuando llegué a una radio, me dieron mucho ánimo un montón de amigos, como los ya desaparecidos “Mangacho”, el “Bebe” Tuvi que se portó realmente muy bien ya que conocía a un Sr. Fidias Plá que estaba justamente en esa radio, y ahí me animé a ir con un susto bárbaro, y un casette que llevé que fue un desastre, sin embargo ahí conocí a Walter Hugo y me tuvo paciencia explicándome cosas sobre el relato y yo quería una oportunidad. También estaba Alberto que le gustaba el relato y lo hacía muy bien, por otro lado aparece Jorge entre otros.
El tema de que un día llega la oportunidad y no me olvido más, “Barrio Sur- San Lorenzo”, con unos problemas de líneas pero el tema es que la transmisión salió como se pudo, y el día anterior en una canchita al costado del frontón del Albion jugando entre nosotros, meto el pie en un pozo y me hice esguince. Tuve que soportar un dolor tremendo, pero era el primer partido que iba a relatar y lo relaté igual, lamentablemente salió mal. Recuerdo que él ya desaparecido el “Pato” Freite, un gran amigo, me decía, no vuelvas hacer más eso, te salió mal, y uno es porfiado, y ahí dije vamos a hacer una cosa, vamos a pedir la grabación la vamos a escuchar para ver que fue lo que hice mal, después me di cuenta que no era que había estado tan mal, sino que los problemas de líneas de aquel tiempo le sacaron brillo a la voz. Después entre a razonar y corregir, Vaccaro fue un gran pilar en las observaciones, Jorge también un terrible compañero y amigo. Después se fueron dando algunas oportunidades pasaron cosas lindas, Jorge se casa se va de luna de miel a Europa, el tema es que llega el momento se arma la selección a lo cual muy poca gente creía en esa del 96 pero otra vez se gana y ahí comencé con un partido y termine haciendo todos los partidos. Hubo un apoyo tremendo de la radio en especial para que siguiera relatando yo, y tuvimos la suerte de que salieron las cosas bien y mucho más con un Campeonato, eso fue lo más lindo que me ha tocado.
En realidad me gusta el relato, donde estoy en una etapa que las vueltas de la vida me llevaron al comentario, donde me salió mucho por condiciones naturales, además hubo una cosa que me marco, cuando yo arranco a comentar, ya había hecho el curso de entrenador, inclusive en la cancha, Matías Mercado un día me dice “Vos quieres hablar de los jueces”, bueno primero vas a hacer el curso de árbitro, donde Matías anteriormente había sido patrón mío en COPAP, cuando tenía 15 años, y ahí me conectó y pude hacer el curso. En ese entonces conocí a Fortunato y a Benítez de San Carlos que eran instructores, Marrero me había prestado unos videos de fútbol alemán que contenía mucho trabajo de las reglas de juego de aquellos años. Ahí me largue, de cualquier manera en la parte técnica de los árbitros no me gustaba, donde cada vez que iba avanzando tomaba conciencia y responsabilidad, realmente no me gustaba opinar mucho y dejarme influenciar por la gente. Si uno se mete en cosas muy técnicas y no le da ese color que a veces busca el oyente capaz que te cambia de dial, por lo tanto traté de buscarle la vuelta de lograr un comentario que por lo menos no fuera malo del todo pero basándome más en cosas técnicas y puntuales.
Un día un compañero de trabajo, que no era hombre de fútbol me dijo, “si te gusta eso, tienes que ser tu mismo, no imites”, un gran consejo que me dio hasta el día de hoy.
Z: ¿Cuál fue el gol que más te emocionó?
J: Hubieron varios, los de “Palito” Bonilla en el 92-93, lo relató bárbaro Jorge, donde todavía la gente lo sigue mirando, y si le sumamos de comentarios de persona muy allegadas a mí, que me decían cuando yo jugaba en la selección tenía que jugar diez veces más que uno de Maldonado para que me pusieran, como el caso de Luis Acosta o “Cacho” Hernández, glorias del fútbol de la zona. En definitiva creo que aquello de la división entre capital e interior, llevó a que uno en aquel momento lo tomará con muchas ganas ya que uno quería lo mejor para esta zona, a lo cual aquello fue algo tremendo cuando se demostró.
Z: ¿Cómo te iniciaste en el relato?
J: Relatar, yo creo que fue desde que tengo uso de razón, pegado a mi casa hay un campo que en aquella época no había tanta chirca como hoy, ahí cruzaba con la pelota, corría detrás de ella y decía lo que le sentía a los relatores que mi padre escuchaba en aquellas radios enormes. Luego cuando era un poco más grande, me daba vergüenza que la gente me escuchara inventar partidos, por lo tanto me escondía un poco.
Cuando llegué a una radio, me dieron mucho ánimo un montón de amigos, como los ya desaparecidos “Mangacho”, el “Bebe” Tuvi que se portó realmente muy bien ya que conocía a un Sr. Fidias Plá que estaba justamente en esa radio, y ahí me animé a ir con un susto bárbaro, y un casette que llevé que fue un desastre, sin embargo ahí conocí a Walter Hugo y me tuvo paciencia explicándome cosas sobre el relato y yo quería una oportunidad. También estaba Alberto que le gustaba el relato y lo hacía muy bien, por otro lado aparece Jorge entre otros.
El tema de que un día llega la oportunidad y no me olvido más, “Barrio Sur- San Lorenzo”, con unos problemas de líneas pero el tema es que la transmisión salió como se pudo, y el día anterior en una canchita al costado del frontón del Albion jugando entre nosotros, meto el pie en un pozo y me hice esguince. Tuve que soportar un dolor tremendo, pero era el primer partido que iba a relatar y lo relaté igual, lamentablemente salió mal. Recuerdo que él ya desaparecido el “Pato” Freite, un gran amigo, me decía, no vuelvas hacer más eso, te salió mal, y uno es porfiado, y ahí dije vamos a hacer una cosa, vamos a pedir la grabación la vamos a escuchar para ver que fue lo que hice mal, después me di cuenta que no era que había estado tan mal, sino que los problemas de líneas de aquel tiempo le sacaron brillo a la voz. Después entre a razonar y corregir, Vaccaro fue un gran pilar en las observaciones, Jorge también un terrible compañero y amigo. Después se fueron dando algunas oportunidades pasaron cosas lindas, Jorge se casa se va de luna de miel a Europa, el tema es que llega el momento se arma la selección a lo cual muy poca gente creía en esa del 96 pero otra vez se gana y ahí comencé con un partido y termine haciendo todos los partidos. Hubo un apoyo tremendo de la radio en especial para que siguiera relatando yo, y tuvimos la suerte de que salieron las cosas bien y mucho más con un Campeonato, eso fue lo más lindo que me ha tocado.
En realidad me gusta el relato, donde estoy en una etapa que las vueltas de la vida me llevaron al comentario, donde me salió mucho por condiciones naturales, además hubo una cosa que me marco, cuando yo arranco a comentar, ya había hecho el curso de entrenador, inclusive en la cancha, Matías Mercado un día me dice “Vos quieres hablar de los jueces”, bueno primero vas a hacer el curso de árbitro, donde Matías anteriormente había sido patrón mío en COPAP, cuando tenía 15 años, y ahí me conectó y pude hacer el curso. En ese entonces conocí a Fortunato y a Benítez de San Carlos que eran instructores, Marrero me había prestado unos videos de fútbol alemán que contenía mucho trabajo de las reglas de juego de aquellos años. Ahí me largue, de cualquier manera en la parte técnica de los árbitros no me gustaba, donde cada vez que iba avanzando tomaba conciencia y responsabilidad, realmente no me gustaba opinar mucho y dejarme influenciar por la gente. Si uno se mete en cosas muy técnicas y no le da ese color que a veces busca el oyente capaz que te cambia de dial, por lo tanto traté de buscarle la vuelta de lograr un comentario que por lo menos no fuera malo del todo pero basándome más en cosas técnicas y puntuales.
Un día un compañero de trabajo, que no era hombre de fútbol me dijo, “si te gusta eso, tienes que ser tu mismo, no imites”, un gran consejo que me dio hasta el día de hoy.
Z: ¿Cuál fue el gol que más te emocionó?
J: Hubieron varios, los de “Palito” Bonilla en el 92-93, lo relató bárbaro Jorge, donde todavía la gente lo sigue mirando, y si le sumamos de comentarios de persona muy allegadas a mí, que me decían cuando yo jugaba en la selección tenía que jugar diez veces más que uno de Maldonado para que me pusieran, como el caso de Luis Acosta o “Cacho” Hernández, glorias del fútbol de la zona. En definitiva creo que aquello de la división entre capital e interior, llevó a que uno en aquel momento lo tomará con muchas ganas ya que uno quería lo mejor para esta zona, a lo cual aquello fue algo tremendo cuando se demostró.
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